Cuando se habla de piel natural frente a piel sintética, analizar el ciclo de vida es importante para entender cuál de estas opciones es la más sostenible. Sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de un producto utilizado en diversas industrias, como la del mueble, el calzado y la automoción.
En un mundo en el que la sostenibilidad es cada vez más esencial, la elección de los materiales utilizados en la vida cotidiana adquiere una importancia aún mayor. Uno de los puntos que destaca es si la opción más sostenible para producir bienes duraderos es la piel natural frente a la piel sintética.
El debate gira en torno a si la imitación de piel es más económica, ética y "sostenible", como se publicita engañosamente. Este fenómeno de promocionar productos como ecológicos, cuando en realidad no lo son, se conoce como lavado verde.
Un concepto que ha ido ganando protagonismo porque se refiere a prácticas engañosas en las que productos o empresas se presentan como más ecológicos de lo que realmente son, con el fin de atraer a un público concienciado con el medio ambiente sin tener que preocuparse por adoptar prácticas verdaderamente sostenibles.
Incluso el conocido término "cuero sintético" se considera incorrecto porque, técnicamente, el cuero es un material natural obtenido de la piel de animales, principalmente ganado vacuno, que se somete a un proceso de curtido para hacerse duradero y utilizable en diversos productos. El uso del término "cuero" implica que el material procede de una fuente animal.
Cuando hablamos de "cuero sintético", nos referimos a materiales que imitan el aspecto y la textura del cuero, pero que se producen a partir de sustancias químicas como el PU o el PVC. Estos materiales no proceden de pieles de animales y, por tanto, no deben llamarse cuero. En Brasil, el uso indebido del término "cuero" para materiales sintéticos es contrario a la legislación, que prohíbe el uso de la palabra "cuero" para designar productos que no procedan de pieles de animales.
El cuero auténtico es muy apreciado por su durabilidad y longevidad, lo que no ocurre con el material sintético, que tiene una vida útil mucho más corta, normalmente inferior a 5 años, y, contrariamente a lo que mucha gente piensa, el sacrificio de bovinos no se hace con el fin de obtener cuero.
De hecho, el 99% del cuero natural utilizado es un subproducto de la industria alimentaria de proteínas, carne y leche. La reutilización de estas pieles, que de otro modo se desecharían, evita el desperdicio de 270 millones de pieles cada año, lo que equivale a 7,5 millones de toneladas de residuos.
Por otro lado, la producción de imitaciones de cuero implica el uso de grandes cantidades de energía y recursos no renovables, generando un producto que durará de 2 a 10 años, tardando más de 500 años en finalizar su ciclo de vida.
Conozcamos mejor el ciclo de vida de la piel natural frente a la piel sintética:
Piel
La fabricación del cuero es una de las prácticas más antiguas conocidas por el hombre, y los inicios de la industria se remontan a mucho tiempo atrás. Se calcula que la primera receta de curtido apareció hacia el 700 a.C. y las primeras herramientas para trabajar el cuero datan del 5.000 a.C.
En aquella época, el cuero ya se utilizaba para protegerse de los elementos de la naturaleza, en un proceso más rústico.
Sigue un ciclo de vida intrínsecamente ligado a la sostenibilidad, especialmente si se compara con la imitación de piel. Entender mejor este proceso desde el principio:
Origen
El cuero es un subproducto de la industria alimentaria. Animales como el ganado vacuno se crían principalmente para la producción de carne y productos lácteos.
Las pieles de estos animales, que de otro modo se eliminarían como residuos nocivos porque producen gas metano, se reutilizan como materia prima y se transforman en cuero, un material natural con un contenido de carbono biogénico superior al 80%, fomentando así la sostenibilidad dentro de la cadena de producción.
Es importante distinguir entre piel y cuero, porque las pieles siguen siendo órganos complejos y sólo se convierten en cuero tras pasar por el proceso de curtido.
Canalones y curtidos
Pero antes de ir a la tenería, la piel necesita ser desengrasada y rehumidificada, eliminando la grasa, las impurezas y el agua intrafibrilar. Tras esta limpieza, corresponde a la tenería hacer el descarne.
Durante este proceso, el agua y la energía se utilizan de forma eficiente y responsable. Durli Leathers se preocupa por la sostenibilidad y, para minimizar el impacto ambiental, se ha conseguido reducir en un 80% el volumen de agua utilizada en los procesos, en un 35% mediante el reciclaje y en un 45% con la introducción de procesos y equipos más modernos.
En Durli, cuando llegamos a este punto, el cuero fresco se procesa en tambores multiacción, donde tienen lugar las etapas de pelambre, curtido y recurtido. Con este equipo, la producción de cuero aumenta un 25%.
El drapeado es el proceso en el que la capa epidérmica y el pelo se retiran de la piel y se lleva a cabo una hinchazón controlada para limpiar las interfibrillas y prepararlas para los siguientes procesos.
En la decarne, la grasa se extrae de la hipodermis y se recicla en productos de higiene y limpieza.
El decapado es el proceso que se realiza después de eliminar la alcalinidad y la cal para que las pieles puedan pasar al proceso de curtido, que es esencial para estabilizar las pieles. Este proceso se lleva a cabo con el fin de preparar las pieles para el curtido, y en esta fase las pieles también se someten a un tratamiento químico con enzimas.
A continuación, pasa por el proceso de niquelado, en el que las pieles se acidifican para que penetren los agentes curtientes.
El curtido es un proceso químico o vegetal que preserva el cuero, evita que se pudra y confiere al material resistencia y durabilidad.
Normalmente, los productos utilizados para curtir son sulfato de cromo, taninos vegetales o sintéticos y glutaraldehído, y a menudo se añaden fungicidaspara evitar el moho. Los agentescurtientes actúan sobre el colágeno, esencial para la estructura del cuero, contribuyendo a su resistencia y durabilidad.
A lo largo de estas etapas, Durli confía en un eficaz sistema de transporte que reduce al mínimo el consumo de gasóleo y, en consecuencia, las emisiones de CO2.
El primer proceso de curtido produce cuero azul húmedo y, para conseguir las características especificadas, como suavidad, color, grosor y tacto, el proceso de recurtido produce cuero en crust.
Secado
Tras los procesos de secado y estirado para eliminar el exceso de humedad y abrir las fibras, la piel pasa por un equipo de presecado al vacío, que se encarga de reducir el porcentaje de humedad.
El secado puede realizarse con aire natural o en equipos de alta tecnología y eficiencia energética, como el secador estacionario LTD, los más modernos equipos de secado por radiofrecuencia y el sistema TAIC de alta productividad. Así se produce el cuero que se suministrará a las industrias del mueble, el calzado y la automoción.
Durli Leathers A lo largo de este proceso, garantiza que el agua y la energía se utilicen de forma eficiente, que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y que el 100% de los residuos y efluentes se traten y eliminen adecuadamente.
Durabilidad
Los productos de piel natural, bien cuidados, pueden durar décadas, reduciendo la necesidad de sustituciones frecuentes y, en consecuencia, la generación de residuos, además de ser reciclables. Por eso son reconocidos por su durabilidad y longevidad, resistentes al desgaste, así como por su suavidad y estética elegante y atemporal.
Según Is it Leather, es posible que el cuero dure entre 50 y 100 años, y cuando llega el momento de completar su ciclo de vida, el cuero se descompone en 25 a 45 años en el medio ambiente, y en 10 a 15 años en los vertederos, devolviendo a la naturaleza los nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas.
Incluso después de que el producto de cuero haya llegado al final de su vida útil, puede reutilizarse mediante el reciclaje.
El upcycling es el proceso de transformar residuos como recortes y restos de cuero que de otro modo se desecharían o productos usados fabricados originalmente con cuero en nuevos materiales o productos de mayor valor, utilidad o calidad.
A diferencia del reciclaje, que suele descomponer los materiales en sus formas básicas para ser reutilizados, el upcycling mantiene la integridad del material original, creando algo nuevo y útil sin necesidad de desmontarlo por completo. El resultado es un menor impacto ambiental y fomenta la sostenibilidad al reducir los residuos y el consumo de nuevos recursos.
El upcycling en el sector de la piel natural es una práctica fundamental para completar el ciclo de vida de este material. Tras muchos años de uso y eventual reparación, el cuero también puede destinarse a otros dos fines: el reciclaje o el compostaje.
El reciclaje de la piel consiste en transformar los residuos de piel en nuevos materiales o productos útiles. Este proceso puede incluir la trituración del cuero usado para crear nuevos productos de cuero reconstituido o la utilización del cuero sobrante en nuevos diseños, reduciendo así los residuos y fomentando la sostenibilidad.
El reciclaje del cuero ayuda a reducir el impacto medioambiental asociado a la eliminación de los residuos de cuero y a la producción de nuevos materiales. Al reciclarse, pueden surgir nuevos productos que abren nuevas fuentes de ingresos, lo que contribuye no solo a la sostenibilidad, sino también a la economía circular.
Y a través del compostaje, la piel contribuye al ciclo regenerativo enriqueciendo el suelo, lo que estimula el crecimiento de la hierba para el ganado, que vuelve a entrar en el ciclo vital y comienza de nuevo el proceso.
Imitación de cuero
El "cuero sintético", "cuero vegano" o "cuero ecológico" es un material artificial creado para parecerse al cuero natural. La producción de imitaciones de cuero utiliza materias primas no renovables, combustibles fósiles y está hecha de PU (poliuretano) o PVC (cloruro de polivinilo). Incluso cuando el material es de origen vegetal, como champiñones y cáscaras de piña, se mezcla con PU o PVC en una proporción del orden del 80 al 90% del total para formar el material compuesto. Estos materiales plásticos contribuyen a la contaminación del agua y al aumento de las emisiones de carbono.
La imitación de cuero, a pesar de ser más asequible, es el resultado de un costoso proceso de fabricación que consume muchos recursos no renovables. Este proceso no suele estar optimizado para la sostenibilidad, lo que provoca un mayor impacto ambiental.
La producción de "piel sintética" utiliza sustancias químicas y plásticos derivados del petróleo, que contribuyen significativamente a la contaminación y la degradación del medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida.
Un estudio de 2019 señala que la industria del "cuero sintético" es una de las más contaminantes de China, ya que gran parte de este producto procede de ese país. También concluye que la producción de este material pone en peligro la salud de los trabajadores de las fábricas.
Debido a la fabricación de este tipo de producto, el resultado es un material menos transpirable, especialmente en los días calurosos, lo que puede causar molestias.
Además, su durabilidad es significativamente inferior a la de la piel auténtica, y es susceptible de agrietarse, pelarse, perder su forma y desgastarse rápidamente. Esta menor resistencia y calidad significa que la imitación de cuero tiene una vida útil reducida, por lo que requiere sustituciones más frecuentes.
Al comparar la piel natural y la piel sintética, se pone a prueba la durabilidad, ya que la piel natural puede durar más de 50 años, mientras que la piel sintética tiene una vida corta, de 2 a 10 años, dependiendo de su procedencia.
Y no hay que olvidar el enorme impacto medioambiental que supone su eliminación, ya que la imitación de cuero no sólo dura poco tiempo, sino que puede tardar hasta 500 años en descomponerse en un vertedero.
La eliminación de la "piel sintética" plantea importantes problemas medioambientales, sobre todo por la liberación de microplásticos. Cuando se desecha esta imitación de cuero, fabricada predominantemente con PVC o PU, no se degrada fácilmente en el medio ambiente, sino que libera sustancias químicas tóxicas y nocivas con el paso del tiempo.
Tras este proceso, se fragmenta en diminutas partículas conocidas como microplásticos, que persisten en el medio ambiente durante cientos de años.
Estos microplásticos pueden ser transportados a cursos de agua y océanos, donde contribuyen a la contaminación marina y pueden ser ingeridos por organismos acuáticos, acumulándose en la cadena alimentaria y afectando potencialmente a la salud humana y a la biodiversidad. Un gran atentado contra la sostenibilidad, el medio ambiente, nuestra salud y la de los animales.
En el artículo El cuero y la reducción de la contaminación marina se citan datos de un artículo del SEBRAE-SP que muestran lo perjudiciales que pueden ser los microplásticos, especialmente para nuestros océanos. Vea algunos de los datos mencionados:
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- En 2050 habrá más plástico en los océanos que peces;
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- El 91% del plástico utilizado en el mundo no es reciclable;
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- El plástico es responsable de la muerte de 100.000 animales marinos cada año.
Según una investigación del Instituto Nacional de Salud estadounidense (NIH), se calcula que cada día entran en nuestros océanos 13 millones de toneladas de fibras sintéticas.
¿Cuál es la elección correcta: piel natural frente a piel sintética?
En el debate sobre sostenibilidad y durabilidad entre la piel natural y la piel sintética, la elección está clara. La piel natural destaca por su durabilidad, estética superior y un impacto medioambiental mucho menor. Como subproducto de la industria alimentaria y material orgánico, la piel se biodegrada de forma natural en el suelo para completar su ciclo de vida sin dejar rastro, además de contribuir a la economía circular.
La piel es la opción sostenible
Durli LeathersEn , nuestro compromiso va más allá de la calidad. Priorizamos la sostenibilidad, el respeto por la naturaleza, el cuidado meticuloso de las especificaciones y la excelencia en la producción de cuero natural. Seguimos una producción responsable basada en criterios ESG y contamos con la certificación LWG Gold en nuestras 10 unidades.
Con nuestra política de compra de materias primas y nuestro sistema de trazabilidad completa e individual de los proveedores indirectos, garantizamos que nuestra piel está libre de deforestación. Valoramos la tradición y la tecnología que genera eficiencia en el uso de los recursos. Y así hacemos que cada pieza de piel Durli sea un reflejo de nuestra dedicación y respeto por el medio ambiente.
Póngase en contacto con nosotros y compruebe por sí mismo por qué la piel Durli es la elección correcta para un futuro más sostenible.
Fuentes:
https://www.linkedin.com/pulse/life-cycle-assessments-synthetic-materials-natural-like-tegtmeyer/
https://isitleather.com/learn/benefits-of-real-leather/
https://isitleather.com/learn/did-you-know/
https://isitleather.com/learn/sustainable-leather-production/
https://www.linkedin.com/pulse/avoid-microplastics-choose-leather-dietrich-tegtmeyer/
https://www.gazetadigital.com.br/suplementos/terra-e-criacao/etapas-do-curtimento-da-pele/137972
https://isitleather.com/blog/fake-vs-real-leather-guide/
https://www.leathernaturally.org/resources/fact-sheets/leather-is-a-recycled-material/
https://one4leather.com/article/Leather-the-ultimate-upcycled-material/